El otro día en clase de Toma Fotográfica estuvimos haciendo retratos con distintos esquemas de luces. Comenzamos con un retrato en clave baja de una única luz, dura y a unos 90º grados del eje cámara-sujeto.
El resultado es un marcado claroscuro en el que únicamente apreciamos una parte del rostro de la modelo, muy maja ella. El otro lado del rostro queda completamente en sombras. Esta iluminación da un aspecto muy dramático, cómo queriendo ocultar algo, además de un volumen bastante destacado.
Después del retrato claroscuro, rellenamos el otro lado del rostro de la modelo con luz rebotada de la fuente anterior sobre un stico blanco. Además le agregamos una luz de ojos para darles más vida.
Cambiamos de fondo al color blanco, y usamos una luz principal difusa con ventana. Al otro lado rellenamos a la modelo con un reflector blanco, e iluminamos el fondo.
Por último, apagamos todos los flashes anteriores y usamos únicamente un contraluz, creando una silueta del modelo.